Nunca jamás he visto ni una entrega de Supervivientes, pero parece que va a estar al rojo vivo con el último fichaje: Isabel Pantoja. Todos dicen de ella que gana puntos en las distancias cortas.
El clan Pantoja es muy de los realities de Telecinco tipo Supervivientes, el programa ese que manda famosos a una selva, o isla, o algo por el estilo, y allí tienen que sobrevivir como pueden, mientras algunos lo ven por la televisión.
Anda, que las ganas de ver eso... El famoso de turno va porque le pagan, ¿no?, y porque gana popularidad, pero no entiendo qué necesidad hay de ver las miserias de nadie, y menos de este tipo de gente.
Al parecer la folclórica ya ha puesto rumbo a Honduras, donde quien quiera la verá tirarse en helicóptero en Cayos Cochinos, y allí empezará su aventura junto a otros concursantes.
Cuentan que aparte de lo que le han ingresado en su cuenta bancaria, ha pedido llevarse el tinte para el pelo, porque no quiere que la gente la vea con la cabeza llena de canas. Pues no me extraña, ni ella ni nadie. Por si no lo sabías, la gracia de Supervivientes es que los concursantes van en plan Robinson Crusoe.
Dicen, también, que Isabel Pantoja se ha hecho muchísimos retoques antes de su hazaña. No sé si serán sólo los retoques o también el photoshop de ¡HOLA!: la semana pasada salía a toda página en una exclusiva a lo grande y estaba cambiadísima de cara y de cuerpo; súper delgada.
Pues eso, que las redes sociales y el mundo on line está que arde con la Pantoja en Cochinos, la vuelta de Jorge Javier tras su ictus y los debates del lunes y el martes, que me han servido para convencerme, aún más, de a quién no voy a votar.
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