miércoles, 19 de junio de 2019

‘La sospecha de Sofía’

La vi en la Feria del Libro. A Paloma Sánchez-Garnica, sonriente y tranquila, mientras firmaba libros. Ante ella, lectores formados en fila esperaban el turno para que estampara su firma y algunas palabras en las primeras páginas de La sospecha de Sofía. 



El libro merece la pena.
Entre otras cosas porque sí acaba, y pocos libros actuales terminan: se ha puesto de moda eso de dejar el final abierto, por si acaso se le ocurre al autor continuar con una segunda parte o escribir una trilogía.
Porque los puntos de giro están tan bien planteados que mantiene el interés alto. 
Las descripciones de los lugares, de escenas y de personajes convierten a esta novela en un libro costumbrista. 
Con buen ritmo, buena pluma y lenguaje ágil te atrapa: tiene mucho suspense.  
A medida que el libro avanza gana. Gana la historia, los personajes, la trama... hasta te metes dentro de la narración como si fueras un personaje más. 
Tiene una ingente labor detrás de documentación, de construcción de personajes, elección de lugares y fechas y creación de situaciones, pero sobre todo de estrategia. La novela es buena porque parece que todo surge así. No te das cuenta de cómo Sánchez-Garnica se lo había trabajado antes. 
Los personajes son creíbles y muy emotivos. Más allá de los protagonistas y los secundarios, como la secretaria, los personajes de tercer grado también están creados con maestría, como el padre alemán. 
Arranca en el Madrid franquista y te lleva a los contrastes del Berlín occidental y el oriental. Protagonizada por Sofía, una mujer típica de la era franquista, su marido y el hermano gemelo de este, tiene mucho de novela histórica, y cuenta la historia a través de los sentimientos, vivencias y ansias de sus personajes.

Te hace pensar mucho. Que sólo el simple hecho de nacer en una u otra ciudad marca tu destino. 
Te lleva a reflexionar acerca de las dictaduras de cualquier bando y de la situación de la mujer, y el hombre, en tales casos. 
Meditas sobre el amor, el engaño, la traición, la lucha por la libertad. La doble cara de un hombre. ¿Cómo ser bueno y sobrevivir en una dictadura?, ¿cómo ser fiel y leal a todo en pleno comunismo? Cómo vivir ansiando algo tan básico como la libertad. 





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