martes, 4 de junio de 2019

Carlota, ella lo vale

El resto de las mortales se vuelven locas con la cola, el tul, el velo, el ramo, el cancán. Y ella, nada de nada. Se viste de novia con un mini, sin tocado y sin ramo. Por algo es la nieta de Grace Kelly y la hija de Carolina de Mónaco. 


Estilosa, monísima, tipazo, elegante... Es que la genética a veces favorece y eso es algo que Carlota Casiraghi sabe. 
El día de su boda con Dimitri Rassam lució tres outfits espectaculares, pero el que más impresionó fue el de la ceremonia civil. 
Como podríamos imaginar no tenía nada en común con lo que se suele poner el resto de las mujeres de casi todo el mundo. Creación de Yves Saint Laurent, corto, de color gris y adornado con lazadas ochenteras, dicen que era un homenaje a su abuela materna. 

Llevaba la melena larga y suelta, muy casual, todo lo contrario que el resto de novias. Y es que ella (y sus hermanos) son así, siempre a contracorriente y marcando estilo. ¡¡Son tan glamurosos!!

Para la fiesta nocturna, sí eligió un vestido más como de novia. Largo, escote palabra de honor, con talle fruncido y falda de volumen y blanco. Se peinó con un falso bob ondulado, se colocó los brillantes de Grace de Mónaco y se pintó los labios con un rouge súper femenino. 
Dimitri, que ya es uno más del clan, se vistió ad hoc, con un esmoquin blanco tan de los años 50 como el look de su bellísima señora. Parece que es de la cuerda de sus cuñados, a los que les encanta disfrazarse. 
Pues nada, Dimitri bienvenido. Ya eres uno más abonado a la dolce vita de Mónaco. Te seguiremos la pista en ¡HOLA!, en el baile de la rosa y asomado al balcón del Palacio cada vez que lo requiera la ocasión. ¡¡Qué mono!! 

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