Belén Esteban y el novio fantasma

Desde que las bodas se han convertido en un espectáculo, gracias a las exclusivas, novias e invitadas parecen elegantes y hasta finas. Entre otras cosas, porque en las fotos no se las oye hablar. Afortunadamente. 

La última boda por todo lo alto ha sido la de Belén Esteban. 
¡Madre mía! Entre la pandilla de las Campos, Jorge Javier, María Patiño, Raquel Bollo, Paz Padilla, Jordi González, Lydia Lozano y demás parecía el plató de Tele 5 en pleno rodaje de Sálvame. 

Menos mal, y eso sí que es de agradecer a ¡HOLA!, que no se les oye. Y es que a los allí presentes les pierde la boca, aunque, contradicciones de la vida, tengan un programa en la tele. 

Del plató de Tele 5 se han ido a la finca La Vega del Henares para acompañar a Belén en su boda. 

La novia del pueblo iba sin velo, con un vestido de corte princesa, manga francesa, escotado y de encaje chantilly. Llevaba la melena recogida en un moño adornado con florecitas y se puso unos grandes pendientes. Como cualquier novia se la veía feliz, sonriente y muy preparada. 

Después de mirar las fotos y leer sus pies correspondientes, llego a dos conclusiones: 

Una: El ya marido de la princesa del pueblo es el novio fantasma. 

¿Dónde está? No se le ve por ningún lado: nada, ni de reojo, ni de refilón, ni por confusión, ni de espaldas, ni llorando, ni escondido. Nada. Mucha exclusiva, mucho famosillo y el novio ni aparece. Lo mismo no le gustan las cámaras, los medios, la fama... ¡lo lleva claro! 

Dos: La felicidad hincha. 

Todas tienen la cara que les va a reventar. Hinchadísimas. ¿Serán los kilos, los tratamientos, los pinchazos a base de bien o simplemente la felicidad, que les rebosa hasta por los poros de la cara? 
Y es que están henchidas, e hinchadas, de alegría. 

Mires a la que mires tiene los carrillos tersos. A Belén, a las Campos, a Mila Ximénez, a Lydia Lozano... a la que sea. Parecen barbies mofletudas. 
Lo cierto es que Belén está más favorecida que en otras revistas. Claro, cuando una se casa hace lo que sea por estar más guapa que nunca. 
Objetivo logrado, Belén. Y que sepas que estás muchísimo más guapa, que ganas un montón, con la boca cerrada.