Sergio Ramos y Pilar, una boda para la historia

Nada como casarse a lo grande, por todo lo alto y con los invitados más cool del universo para convertirse a la fe católica. Como Sergio Ramos, que para dar el "sí, quiero" a Pilar Rubio, se ha bautizado. Ni Tamara Falcó. 

Si el capitán del Madrid se casa, tendrá que hacerlo en su Sevilla de su alma y en su catedral. Porque no hay lugar más bonito y llamativo en la capital hispalense, que si no se casaría allí y se convertiría a lo que hiciera falta. 

Así que el futbolista de Camas se ha bautizado. A partir de ahora lo veremos en misa los domingos y fiestas de guardar y seguro que en la declaración del IRPF pondrá la cruz a la iglesia. Vamos, igualito que Tamara Falcó; no te extrañe si ya mismo se va de ejercicios espirituales. 

Va a ser el acontecimiento del siglo: la pareja ha decidido que, a partir de la suya, haya un antes y un después en la historia de las bodas. Vamos, que ni la de la hija de Zara, perdón, de Amancio de Ortega. 

Dicen que han invitado a 500 personas, entre las que se cuenta la plana mayor de El Hormiguero, del Madrid de hoy y de siempre, y  de la selección española. También habrá representantes del mundo del toro, del flamenco, del arte y de todo lo que se precie. 

La ceremonia contará con la voz de Niña Pastori y la fiesta posterior, en la finca del futbolista La alegría, con la actuación de AC/DC, el grupo favorito de Pilar Rubio, así como la de RedOne y Marc Anthony. Y es que Pilar y Sergio son una pareja ecléctica, a la que le gusta tanto el rock duro como el flamenquito de José Mercé, Canelita y Demarco Flamenco. 

La fiesta va a ser la bomba: a los invitados les ha llegado un libro de instrucciones con todo lo que deben y no deben hacer el Gran Día. Por ejemplo, no se permiten móviles ¡¡ni drones!!, tampoco pueden asistir menores de 18 años y habrá que llevar en la parte posterior de la muñeca un tatuaje personalizado de un unicornio. Ellos tiene que  ir de chaqué y ellas de largo, pero prohibido vestir de negro, blanco, rojo, rosa, verde o naranja O sea: amarillo, marrón, gris, morado, azules y poco más. ¡Con lo que favorece el rojo en esta época! Menos mal que el mostaza es el color de la temporada. 

No quieren regalos, piden que se done lo que desee en una cuenta de Unicef, ya que Ramos es su embajador. 

Ya te digo: ni Marta Ortega, ni Carlota Casiraghi, ni los reyes... y en cuestión religiosa, igualitos que Tamara