martes, 14 de septiembre de 2021

Isabel Díaz Ayuso, hecha un figurín

Con la vuelta a la rutina, al curso escolar —y político—, y con la progresiva vuelta a la normalidad, la presidenta de la Comunidad aparece radiante... y con un tipazo. 


Ayer se desplazó a Milán para recoger el premio Llama de la Libertad, que le ha otorgado el Instituto Bruno Leoni por su gestión de la economía en plena pandemia, a pesar de los fallecidos y contagiados en Madrid.

Orgullosa, la presidenta, que viajó acompañada por su escudero Miguel Angel Rodríguez, recogió el premio y se lo dedicó a todos los madrileños que habitan en la comunidad.

Y anunció que muy pronto acabarán las restricciones en los horarios de bares y de ocio nocturnos, así como en los aforos de cines y teatros, y en las mesas de las terrazas se pasará de ocho a 10 comensales. 

En su discurso se arrancó a hablar en italiano, pero lo que más llamó la atención fue que lucía más guapa que nunca. Guapísima. 

Con un vestido negro midi de escote bardot, que dejaba ver unos hombros mucho más torneados, manga tres cuartos, grandes botones delanteros y falda tubo, Ayuso levantó miradas de admiración a su paso.

¿Será que ha descansado este verano?, ¿que está enamorada?, ¿que se siente satisfecha con su trabajo y eso se refleja en su rostro? Puede ser, pero ella misma confesó en Milán que durante estos meses de verano ha perdido ¡¡¡más de 10 kilos!!! 
Explicó que había cogido mucho peso y fue al médico, quien le dijo que el estrés le había hecho comer demasiado, y en consecuencia engordar, que no tenía ningún problema de tiroides, que comiera menos. Así lo ha hecho, y el resultado salta a la vista. 
Además del bronceado veraniego, que también favorece, se ha cambiado el color del pelo con unas mechas babyligths que le aportan luminosidad. 
Y así de estupenda, sigue luchado por Madrid, por la política en la que cree y por la libertad. Se postula como la líder indiscutible del PP de Madrid y se siente satisfecha por los logros en la comunidad, lo que le ha servido para llevarse un premio. 

Enhorabuena, presidenta. Ahora hay que mantenerlo. 



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