martes, 17 de junio de 2014

Superarse a uno mismo bailando, ¿por qué no?


A mí, como a un nutridísimo grupo de mujeres, nos gusta bailar. Pero no cualquier cosa: baile español, con su poquito de flamenco, de guitarra, de castañuelas o con un violín con sabor español. 







Y por eso nos apuntamos a un curso de danza española, donde no sólo te mueves y tratas de aprender a bailar, sino que además descargas tensión, educas el oído, las caderas, las manos, los brazos... Y haces amistades. 


En el mes de marzo empezamos a aprender una coreografía maravillosa y ayer, ¡¡¡sí!!! ayer, debutamos. Bailamos El intermedio de La leyenda del beso, a la que Mocedades puso letra y tituló Amor de hombre. 



Como unas profesionales. Nuestro grupo éramos 15 mujeres de casi todas las edades, y de todos los caracteres, con más o menos salero, con más o menos agilidad, o con más o menos vergüenza, pero con las mismas ganas, que es lo que cuenta. 



Fue en un teatro en toda regla.  En el Centro Cultural de Sanchinarro, en Madrid, con 400 butacas, esos focos que te ciegan y los nervios propios de unas debutantes.
¿Lo mejor? Que no faltaron los familiares de cada una y que nos aplaudieron a rabiar. Eso sí, nuestra profe, nuestra querida Mercedes, sufrió lo suyo.






Maquilladas, vestidas, ensayadas y de los nervios, pasamos una tarde maravillosa, porque en esta vida se trata de superarse, de ponerse metas, de aprender y de decirse a uno mismo: "Esto yo lo voy a conseguir". Da igual que sea una coreografía en un teatro o una dieta, salir a correr todas las tardes, o un examen, o un partido de fútbol y, ¿por qué no?, una semana sin discutir con tu pareja. Ponerse metas y superarse a uno mismo. De eso va esto. 


Os pongo el vídeo del final, porque no es plan de colgar toda la actuación. 



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