La fiebre del smartphone

Ya nadie se acuerda de aquellos tiempos. 
Y no digo cuando no existía el teléfono móvil, ¡por favor!, eso sería remontarse a la prehistoria. 
Digo cuando no había whatsapp, y nadie te metía en un grupo así por las buenas, ni te bombardeaban con fotos de sus niños, de ella, de un paisaje, de lo que come, de sus compras... ¡Y no tenías que silenciar a nadie!


Es lo que tiene el móvil. Que en eso, por lo menos, sí que somos todos iguales: la realeza y el pueblo llano, los más pijos y los menos, los famosos y el resto de los mortales. Los más in y los más out.
Vayas donde vayas llevas el móvil en la mano y como tú, todos. Claro: para machacar a tu grupo de whatsapp. 

Te lo voy a demostrar en ¡HOLA! de esta semana. Flipa:

Eva González en plena mudanza (con un bolso de Zara).

El príncipe William en la inauguración de los juegos Invictus.

Blanca Suárez, de paseo por Madrid.

Enseñando las fotos recién hechas, aunque yo creo que son las últimas que le ha hecho a su pequeñín. 

Paula Echevarría y David Bustamante en la vuelta al cole.

La Reina, en un concierto con amigas para celebrar sus 42 primaveras. 

Carmen Martínez-Bordiú, en un rallye de coches antiguos. 

Sara Carbonero, en la puerta de su casa (con un top de Zara de la temporada pasada).

Miguel Ballesteros, en el entierro de su abuelo, Emilio Botín.

Unas afortunadas en el desfile de Óscar de la Renta.

Un repaso rápido 

En el desfile de Jorge Vázquez, Eva González iba ideal de negro y blanco. Pero ¡qué mala suerte!: igualita que Gema Ruiz, que se hizo famosa por haberse casado con Álvarez Cascos, y que ha cambiado tanto que si no fuera por el pie de foto, ni sé quién es. 

Para acabar, dos cositas: 

La peluca de Cósima, la hija de Pedro J. Ramírez y Ágatha Ruiz de la Prada, que la diseñó esta última. Eso sí que es querer a una madre. 

Y las lágrimas de Froilán en el partido de baloncesto, cuando España perdió contra Francia. Eso sí que es querer a España. 

Ah, y qué fuertes los vestidos de Victoria y Magdalena de Suecia en la celebración de los 15 años de la fundación World Childhood. No hay por dónde pillarlos.