lunes, 29 de septiembre de 2014

El Pardo, para variar

Hay que desintoxicarse un poco y cambiar de aires, y más con la que está cayendo. Muy cerca de Madrid, en El Pardo, puedes disfrutar de la naturaleza. 




Gallardón se ha ido, Ana Botella se va a ir. El pesado de Mas, que sigue erre que erre empeñado en convocar referéndum, el sinvergüenza de Pujol, que no quiere contar nada. Pedro Sánchez, que va de mediático; Pablo Iglesias, que se cree que se va a comer el mundo... Menos mal que ya han cazado al pederasta de Ciudad Lineal, que el frío aún no ha llegado y que dicen que nos estamos recuperando. 
Pero si quieres pensar en otras cosas no hace falta que te vayas muy lejos de Madrid. Te recomiendo los montes del Pardo, en el norte, donde puedes disfrutar de la naturaleza en vivo. 



Integrado en el Parque Regional de la cuenca alta del Manzanares, puedes pasear por la ribera del río, que en esta época tiene un color espectacular, y ves patos, águilas y buitres. 

Caminas tranquilamente entre encinas, alcornoques y enebros. Y seguro que  tienes suerte y ves gamos, ciervos e incluso jabalíes y como están separados por una verja puedes darles zanahorias, hojas o pan duro. Si vas con niños, flipan. 




En esta época del año está precioso y además tiene lugar la berrea: puedes escuchar a los ciervos berrear buscando pareja. Es impresionante. 

Mejor: al amanecer o por la tarde, a la caída del sol. Y, para oírlo te recomiendo el camino que lleva al Cristo del Pardo, la senda que sale del puente de los Capuchinos hacia el Mirador de Valpalomero, y los alrededores del restaurante El Torreón, en cuya parte trasera puedes ver corrales con gallinas, urogallos, gallos y cabras.




Hasta allí se acercan también los jabalíes:






Muy cerca tienes el pueblo del Pardo, con bastantes restaurantes para comer perdiz, chuletillas de cordero, conejo y platos para los más pequeños: pollo empanado, escalope y huevos con patatas. 

¿Quieres más? Pues Somontes, es un complejo deportivo que está cerquísima. Un día espectacular sin acordarnos de Pujol ni del resto. 

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