viernes, 13 de febrero de 2015

¿Qué has leído de Care Santos?

Esta autora catalana escribe para jóvenes, niños y adultos. De su literatura juvenil no conozco nada, pero del resto sí. Te recomiendo para ti Habitaciones cerradas y para tus hijos, Se vende Garbanzo. 


He leído Habitaciones cerradas, El aire que respiras y recientemente Deseo de chocolate. El año pasado los Reyes Magos dejaron a mis hijos Se vende Garbanzo.  

Se desarrollan en Barcelona, puedes viajar a Versalles, Nueva York o Venezuela tras las pesquisas de algún personaje de la novela, pero Barcelona es el epicentro, como no podía ser de otra manera. 

A Care Santos le encantan los saltos en el tiempo para entrelazar historias actuales y del pasado, ya sea para remontarse en las raíces familiares, como en Habitaciones cerradas, o por contar la vida de un objeto, como la chocolatera de Deseo de chocolate.

La mejor: Habitaciones cerradas; El aire que respiras me resultó imposible acabarlo. 






Deseo de chocolate se deja leer: la protagonista es una chocolatera de porcelana blanca. 
La novela arranca con la historia de la propietaria actual de la chocolatera: una mujer muy atractiva dueña de una pastelería, con su marido, sus hijos, sus infidelidades... Pero Care Santos viaja en el tiempo hasta el siglo XVIII cuando se fabrica la chocolatera, que de Francia llega a España. A través del objeto de porcelana se narran tres historias de tres mujeres muy diferentes, del siglo  XXI, XIX y XVIII. Eso sí, te costará aguantarte las ganas de una tacita de chocolate caliente. 



Habitaciones cerradas narra la vida de un pintor, Amadeo Lax. Su nieta quiere convertir la casa donde vivió en un museo. Amante del arte, la chica empieza a tirar de la cuerda hasta descubrir todo el pasado de su abuelo, un reputado pintor modernista. Lo más gracioso es que acabas con la duda de si Amadeo Lax existió realmente o es pura invención.




¿Qué siente un niño cuando su hermanito cambia su vida? De eso va Se vende Garbanzo. Para niños, muy bien escrito, gracioso y ameno.
Óscar cuenta su vida; lo que le gusta y lo que no, y no le gusta su hermano pequeño, gordito y arrugadito como un garbanzo, que vive en su garbancera (puede ser la cuna, la trona, la sillita...). El gran drama: lo han colocado en su habitación para dormir y el pobre Óscar ya no pega ojo: el bebé llora y llora, y sus padres están poniendo en práctica Duérmete niño. Así que desesperado, Óscar decide poner un anuncio para cambiarlo por un hermano mayor.

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