Te lo curras. Intentas dar ejemplo a tus hijos. No dices tacos, tiras los papeles a la papelera, eres honrado, tratas de ser justo con ellos, y siempre dices la verdad. Les inculcas buenos valores. Genial, pero en cinco minutos llega el político de turno y tira por la borda todo tu trabajo.
¿Te imaginas que un día viene tu hijo del cole y te dice?:
"Mamá hoy me han reñido en clase porque estaba jugando a Candy Crush, mientras la profesora explicaba el teorema de Pitágoras. Me han llevado al despacho del director y me han abierto un parte. ¿Te lo puedes creer, mamá? Pero si es lo mismo que hacía Celia Villalobos en el Congreso de los Diputados y nadie le ha dicho nada".
Y si otro día te cuenta que le han nombrado tesorero de la clase. "Soy el encargado de recoger el dinero de mis compañeros para las excursiones, los regalos y todo lo que haga falta. He cogido una buena parte para repartir entre mis mejores amigos. ¡Y van y me riñen!, pero ¿no fue eso lo que hizo un político muy famoso del que todo el mundo hablaba?".
"Además, ¿sabes qué?, le he dicho a la profe que hemos ido a visitar un museo y que tenemos que volver a pedir más dinero porque ya no queda nada. La verdad es que nos lo hemos gastado en peonzas. Pero eso es lo que han hecho en Andalucía con los ERE, ¿no, mamá? O sea que no está mal, porque nosotros nos fijamos en los políticos y los copiamos".
"Como soy el delegado de clase, he pensado que a los niños que me caen bien no les voy a poner retrasos ni ausencias, ni tampoco los voy apuntar cuando hablen. En cambio, a los que me caen mal, sí. ¿Sabes, mamá? porque eso es lo que hacen los políticos y se llama tráfico de influencias".
"Hemos pensado que nuestro grupo se va a separar del resto de la clase. Nosotros somos mucho más listos, valemos más y hacemos los deberes más rápido que el resto. Los demás son unos lentos y no saben nada. Vamos a hacer una votación en clase, pero sólo de nuestro grupo, para demostrar que queremos separarnos. Aunque diga el profe que no vale, no pasa nada, porque lo hemos pensado nosotros que somos libres".
"Y eso no puedes decir que está mal, mamá. Es lo que ha hecho ese señor tan famoso en Cataluña y a todos les parece genial".
A ver. Explícame tú qué le dices y con qué cara.
¿Eres capaz de decirle?:
"No, hijo, no. Lo que hagan los políticos (a los que pagamos todos los españoles y a los que hemos votado) no lo tienes que hacer tú. Eso jamás. Porque son unos caraduras y no tienen vergüenza. Tú sólo haz lo que hagamos papá y yo. A los políticos no los tomes como ejemplo. Nunca".
¿Crees que eso un niño lo va a entender? Pedazo de problema.
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