De Liane Moriarty, es un libro tranquilo, pelín frívolo, y completamente blanco: sin grandes dramas, ni suspenses. Pero te lleva a plantearte si estás satisfecha con la persona en la que te has convertido. Te miras, y piensas si con el paso de los años sigues siendo la de siempre.
Es un libro facilón, que lo lees del tirón y sin que te des ni cuenta te lleva al meollo: "¿Qué hacemos con nuestra vida y con nosotros mismos?, ¿en qué nos hemos convertido?".
Alice sufre una caída en el gimnasio y se golpea la cabeza. Cuando despierta del golpe, cree estar 10 años antes. En esa época su matrimonio era un camino de rosas, estaba embaraza de su primer hijo, era gordita, comía lo que se le antojaba y jamás había pisado un gimnasio. Disfrutaba de su casa, sonreía constantemente, se llevaba de maravilla con su hermana. Era tranquila y feliz.
Sus familiares le van descubriendo en qué momento de su vida se encuentra, cómo vive, qué cosas hace, su día a día... Cómo ha cambiado, y quién es ahora. Y Alice quiere ser la de antes: le cae fatal la persona que todos le describen y no le gusta nada el modo de vida que lleva.
Liane Moriarty (autora también de El secreto de mi marido) es experta en esconder pequeños dilemas de una manera muy sutil. En la sociedad más pìja de Australia, entre mujeres esculturales, gimnasios, colegios, niños deportistas, divorcios y casas espectaculares, la autora te narra una situación de lo más cotidiana, que te llevará a plantearte algunas cosas sobre ti misma y tu vida: ¿Te gustas? Si la persona que tú eras hace 10 años te viera hoy, ¿qué pensaría de ti, le gustarías, te reconocería?
Y es que hacerte pensar con libros que parecen facilones y frívolos, con personajes simples y cotidianos tiene su miga.
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