Hay dos fotos en ¡HOLA! esta semana que me han dejado loca. Impactada; he tenido que pararme y respirar hondo. ¡¡¡Con la cantidad de noticiones gordos que hay para comentar, y voy y me fijo en Carlota y Harper!!!
Ni el Cordobés, que se separa 50 años después de su matrimonio, o el momento zen que está viviendo Lara Álvarez, o el otro Cordobés y la prueba de ADN para confirmar que es hijo del primer Cordobés. O lo ideal que está Kate en Bombay, con unos vestidos súper favorecedores, como siempre.
Noticias para aburrir, pero a mí me han gustado dos fotos.
Una es la it girl, it mum, it princess, it daughter... La más. La más que guapa. La estilosa, maravillosa, elegante, ideal, glamurosa y todo lo que quieras. La divina Carlota Casiraghi, hija de Carolina de Mónaco, ¡¡¡fumando!!!!
Síiiiiii. Con un pitillo entre sus dedos. ¿¿¿¿Te lo puedes creer????
Se me ha caido un mito.
Carlotita, ya no eres el prototipo de modernidad, de elegancia, de estilo y glamour. Pero tú, tú, Carlota Casiraghi, hija de la súper Carolina, ¿qué haces fumando? Si fuera Belén Esteban o Cristina Pedroche tendría un pase, pero la ideal hija de la madre ideal, cuyos hermanos son lo más, y sus cuñadas y los hijos y los sobrinos.
¿No te has enterado de que fumar está completamente pasado? ¿Que ya no fuma nadie? Que lo último es la vida sana, el rollo deportista, las sneakers, el fitness. No sólo es moda o apariencia: es un reflejo y una forma de vida.
Carlotita, ya no eres el prototipo de modernidad, de elegancia, de estilo y glamour. Pero tú, tú, Carlota Casiraghi, hija de la súper Carolina, ¿qué haces fumando? Si fuera Belén Esteban o Cristina Pedroche tendría un pase, pero la ideal hija de la madre ideal, cuyos hermanos son lo más, y sus cuñadas y los hijos y los sobrinos.
¿No te has enterado de que fumar está completamente pasado? ¿Que ya no fuma nadie? Que lo último es la vida sana, el rollo deportista, las sneakers, el fitness. No sólo es moda o apariencia: es un reflejo y una forma de vida.
Y la otra foto... ¡¡¡para llamar a Arturo Canalda!!! Parece que a Victoria Beckham se la va la olla. La hija de la ex spice girl en plena sesión de manicura y pedicura en un salón de belleza de lo más y en Beverly Hills. La niña tiene cuatro años y ahí está tumbada mientras le arreglan pies y manos, cual diva. Da hasta miedo. Y la madre al lado, tocada con una gorra.
A todas las niñas les gusta pintarse las uñas, pero que te lleven a un salón de belleza súper cool y codearse con señoras que le cuadriplican la edad... Pelín triste: con lo bien que estaría jugando a las casitas o a las peluqueras con niñitas de su edad.
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