lunes, 13 de febrero de 2017

‘El libro de los Baltimore’, decepcionante


Lo leí porque me lo recomendaron, me lo pusieron por las nubes, y Harry Quebert me gustó mucho. Sin embargo, el último libro de Joël Dicker se me ha hecho largo, pesado y pelín repetitivo. 



Lo he terminado, como una buena chica. Pero me ha costado, a pesar de que lo empecé muy animada; La verdad sobre el caso Harry Quebert me gustó mucho, engancha y la historia da tantos giros y cambia tanto de rumbo que a medida que la lees vas flipando más y más. Y como el protagonista de El libro de los Baltimore es el mismo personaje, me animé a leerlo. 

Pero ¡¡¡qué decepción!!! !!!Total!!! No te lo recomiendo en absoluto. Llegó un momento en que casi abandono. 
Y no está mal escrito, no; los personajes están perfectamente caracterizados: los tíos ricos, los abuelos y los padres modestos. El primo rico que es un cerebrito, el primo adoptivo deportista, cachas, y sanote; la cantante explosiva a la que todos aman, y la familia de ésta, más rica, más famosa, más todo que las otras. Y él, Marcus Goldman, un autor de éxito que carga con una vida llena de contradicciones. 
Retrata de maravilla el tren de vida de una familia acomodada americana, así como la vida universitaria. 
Pero para mí lo que falla es la historia: sólo he encontrado una historia de envidias, de rivalidades, de egos, de celos y de competitividad. 
Rivalizan el tío y el padre por el amor de los abuelos, por ganarse la confianza del patriarca. Compiten los tres primos por el amor de la cantante, por ser el mejor en la universidad, en el deporte, y por ver quién destaca más en alguna faceta de la vida. Las familias se mueren por demostrar quién tiene más dinero, quién gana más, quién se porta mejor con los chicos, quién les da más oportunidades, quién tiene mejor casa, quién es más famosos, quién tiene más contactos, quién es más poderoso... Quién más y más y más... 
Celos entre hermanos, entre primos, entre escritores, entre la pareja. Celos por querer tener los padres del otro, celos por una chica, celos por ganarse a un adulto, celos por ser el más popular, el más querido. Rivalidad y rivalidad por todo... Agotador. ¡¡Tanto ego!! Demasiado. 
Una pesadilla. Y para colmo: El Drama. Aparece en el libro desde las primeras páginas, pero no descubrirás qué ocurrió hasta el final. El Drama es una constante, que en lugar de engancharme, acabó por aburrirme. Porque no es suspense, ni thriller, ni novela negra. Simplemente Joël Dicker no te lo cuenta porque no quiere, quizá busca tenerte alerta y en suspense, pero en mi caso no lo logra. 
Al final descubres que el drama es una consecuencia de esta envidia de la que te hablo y que está tan presente en todo el libro. 
Así que acabas de envidias y dramas un pelín harta. 
¿Tú lo has leído?, ¿te gustó?

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