Ay, ay, ay, Cayetano, ¡¡hombre!!

No para de sorprender a propios y extraños, y más en este número de ¡HOLA! que lo tenía difícil: competía con Risto (que se casa) y con las Trump, de gira por Europa. Pero, eso sí, Cayetano Martínez de Irujo se ha llevado la palma. 

Acerca de la visita al Papa de los Trump se ha dicho de todo. Y de lo que más se ha hablado ha sido de las cabezas de las dos primeras damas. 
Qué mal, ¿no? Iban fatal asesoradas y con poquísimo gusto. Ivanka, con esa fuente negra desbocada sobre su cabeza y Melania, con la mantilla colocada con cero estilo. Y también, claro, se ha hablado del desplante de Melania a Donald (no quiero ni pensar lo que le habrá dicho en privado, ¡¡el pollo que le habrá montado!!). Pobre Melania, le va a salir cara la chulería, que además ya ha dado la vuelto al mundo.

Bueno, a lo que iba: que Cayetano se está pasando; muy mal ejemplo para los jóvenes, y no digo ya para sus hijos. 
Mira, Cayetano, que salgas con una chica de la  edad de tus hijos (dicen que tiene 21), tú sabrás lo que haces. Que te la lleves de boda, de feria, de semana santa y de toros, pues normal: si es tu novia. 
Pero que aparezcas en la revista ¡HOLA! fumándote un cigarrito con ella en una corrida de San Isidro... Eso es lo peor. Te aviso: se te van a echar encima todos, desde Sanidad hasta los amigos de los toros, e incluso los antitaurinos... ¡¡Todos!! 
Pero, criatura, ¿cómo se te ocurre echarte un cigarrito en un lugar público, con un fotógrafo enfrente y encima darle otro a tu novia? En fin, conde de Salvatierra, hay cosas que no se pueden hacer y esta es una de ellas. 
Además, que lo de fumar ya está muy pasado, y choca ver al hijo de una Grande de España, con el cigarrito junto a su novia. Mira que yo he fumado y refumado, pero hay cosas que no se hacen en según qué sitio.
Cambiando de tema, ¿has visto a tu hermana qué mona y fashion iba a la boda de Risto? Con un outfit a la última: falda larga de transparencias y un súper atrevidísimo top lencero. Ideal. Con complementos fieles a su estilo (pendientes largos y pulseras de vueltas con un toque hippie) y el pelo, así, como sin arreglar. Atrevida, sin miedos y siempre en la tendencia. Estupenda.