lunes, 4 de diciembre de 2017

‘Ana’, buenísimo

Empiézalo sólo cuando tengas tiempo; el puente que viene, un fin de semana sin muchos planes, unos días ligeros de obligaciones... Es tan bueno que no podrás dejarlo. Yo ya te he avisado. 




Hay un tipo de libro que cuando lo acabas aún te persigue el recuerdo de sus personajes: has vivido tan de cerca con ellos, los has conocido tan perfectamente, son tan intensos y están tan bien creados, que tardas en asimilar el final. Tendrán que pasar unos días hasta que te decidas a empezar otro libro: aún te queda el regusto del que acabas de terminar. Ana es así. 

Su personaje principal es una abogada de cuarenta y tantos, acabada, pero que quiere volver a ganar causas perdidas; enganchada a las pastillas y al alcohol, pero su mayor deseo sigue siendo hacer justicia. Una mujer dura y fuerte, con tanto sufrimiento sobre sus espaldas que a veces te arranca alguna lágrima. Una mujer que va acumulando un golpe tras otro. 

Un thriller jurídico, en el que Roberto Santiago profundiza en el mundo y las figuras de los jueces, fiscales, abogados y jurados populares, las relaciones entre ellos, y las negociaciones entre unos y otros. 

Retrata los diferentes rostros de la corrupción, el mundo de los policías, de los maltratadores, el peligro de las adicciones. 

Profundiza, sobre todo, en el sórdido universo del juego, con sus corruptelas; los grandes casinos, que buscan hacer dinero a costa de la debilidad del jugador; las casas de apuestas ilegales; el horror de la ludopatía, la destrucción, el dolor y el aislamiento que acarrea; el suicidio y, cómo no, las asociaciones de ayuda. Pero también hay cabida para el sexo, la amistad, las relaciones de pareja, la adolescencia, la lucha, el trabajo duro, la fidelidad, la ayuda, la solidaridad y... la justicia. 

Maravillosamente escrito. Con un lenguaje actual y un ritmo equilibrado. Muy moderno, sumamente creíble, con descripciones y reflexiones en su justa medida, algunos flash backs, mucho suspense y perfectamente documentado. Todos los personajes están creados y perfilados a las mil maravillas, y llegas a hacerlos tuyos. Es muy cinematográfico, muy visual. A medida que lees, ves perfectamente las imágenes del juicio, de la casa ilegal de juego, del piso de Ana o del casino Gran Castilla. 
Aquí lo dejo; el resto lo tendrás que leer, pero seguiría comentando mil y un detalles del libro. 

Es la primera novela para adultos de Roberto Santiago, el mismo autor de la saga Futbolísimos y Los Forasteros del tiempo, que a mis hijos, y a muchos niños de entre siete y nueve años, les ha enganchado. 

Genial, Roberto. Mil gracias por lo que he disfrutado con tu lectura. 

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