lunes, 26 de febrero de 2018

Ada Colau se la está jugando

Elegancia, respeto y tolerancia son claves para organizar cualquier acontecimiento, grande o pequeño, en tu casa o en tu ciudad, familiar o a escala mundial. 



Imagínate que te eligen para que organices todos los años una fiesta en tu pueblo para toda la familia (primos, tíos abuelos, sobrinos...) y como supone mucho trabajo y un importante desembolso de dinero, tus familiares te facilitan una cantidad con la que no sólo cubres los gastos, sino que además te pagan por tu trabajo. Vienen de todos lados: podrás presumir de pueblo, de tus hijos y de marido. 
Este año has tenido un malentendido con tu tío abuelo, quien además es el encargado de pronunciar el discurso de bienvenida, que da el pistoletazo de salida a la fiesta. Así que desapareces durante el discurso y luego apenas le has saludado. Tus hijos se pusieron a explotar globos mientras él hablaba. 
Como sigas así el año que viene lo organiza otro. Has demostrado que a pesar de tener un pueblo maravilloso, tú y los tuyos sois unos maleducados. Con la grande que es la familia, otro lo podrá organizar igual o mejor.

Eso le va a pasar a Ada Colau como no se ponga las pilas. 

Si quiere que Barcelona siga siendo una ciudad cosmopolita, moderna, abierta y capaz de que albergar congresos mundiales, más le vale lavar los trapos sucios en privado, para que no vuelva a ser la sede de espectáculos lamentables, que dan la vuelta al mundo. 
Y como Cataluña aún forma parte de España, no le queda otra que respetar las instituciones, entra ellas la monarquía.  

El día de la cena de inauguración del World Mobile Congress, los asistentes se encontraron con una movilización independentista para cortar el acceso al rey al palacio de la música, donde se celebraba la la cena inaugural, y donde Ada Colau no quiso recibir al Felipe VI.

La alcaldesa está poniendo en peligro un congreso que mueve cifras millonarias en su ciudad, al que acude todo el planeta y que exige seguridad, protección y pocos problemas alrededor. 
World Mobile Congress aporta a Barcelona 400 millones de euros al año, le trae 108 mil congresistas, cuenta con la presencia de 2.300 empresas del sector, crea unos 13 mil puestos de trabajo, además los hoteles y restaurantes están a tope y permite relanzar la imagen de Barcelona. Llevan embolsados 4.400 millones de euros desde 2006. 
Así que si lo quieres mantener, Ada Colau, guarda las formas y recibe a quienes visitan tu ciudad con el mismo respeto y tolerancia que tú exiges. 
E intenta que Barcelona destaque por moderna y cosmopolita, y no por los radicales y las movilizaciones en contra del rey. Menuda imagen. 

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