lunes, 8 de julio de 2019

Vaya finde para Ciudadanos

Malú y Alberto Rivera han roto. 
En la marcha del Orgullo lincharon a los naranjas. 
Está claro que las cuestiones políticas no son fáciles de lidiar, ni siquiera con música. 

Dicen que ha sido Malú la que ha decidido cortar la relación con el Alberto porque, según cuentan, dedicaba más tiempo a la política que a ella.
Pero, sobre todo, porque Malú no es que sea de airear su vida privada, ni tampoco le gusta andar escondiéndose. Dicen que ella es mucho más natural, que si mantiene una relación con alguien y hay fotos por ahí, lo asume y cree que no pasa nada.

El caso es que el miércoles 26 de junio decidió poner fin a este noviazgo y ahora ambos están de nuevo sin compromiso. 

La gota que colmó el vaso fue posterior a sus vacaciones en Normandía, donde pasaron unos felices días en pareja. 
A su regreso, Alberto Rivera fue informado de que la prensa tenía una fotos de ambos algo comprometidas. El político, sin consultarlo con ella, pidió a la prensa que las retirara. Y eso a Malú no le ha gustado ni un pelo. De hecho, le ha parecido un detalle espantoso, tanto que ha decidido romper de una vez por todas. 
Y esto ha saltado ahora, justo después de un fin de semana que ha sido duro para los de Ciudadanos. Más negro que naranja. 

Inés Arrimadas y varios miembros de la formación quisieron participar en la marcha del Orgullo Gay. Pero cuál fue su sorpresa cuando se vieron linchados, boicoteados y abucheados por los presentes. 
Las protestas y los gritos contra ellos se sucedieron a lo largo del Paseo del Prado y La Castellana. Les insultaron, les arrojaron agua y alguna lata de cerveza. 

Tales enfrentamientos provocaron que la marcha se paralizara durante  una hora, hasta que los dirigentes naranjas decidieron abandonarla. 
La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales y el Colectivo LGTB+ de Madrid, organizadores de la manifestación, no permitieron a Ciudadanos tener una carroza en la marcha por sus pactos con Vox en gobiernos locales y autonómicos.

Es impensable que ocurran estas cosas. Que se confundan las exigencias sociales con la política. Que nos enfrentemos cuando pedimos los mismo y que quienes presumen de demócratas, liberales y tolerantes, decidan quién puede y quién no puede participar en  una marcha libre para todos. 

Igual ocurrió el Día de la Mujer: una pandilla de feministas expulsó y abucheó a mujeres de derechas. Pero ¿quién ha decidido, y con qué autoridad, la ideología política que debe tener un persona transexual, gay o lesbiana, o una mujer feminista? ¿Quién?

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