miércoles, 18 de septiembre de 2019

La reina, una madraza

Todas las madres somos iguales en un aspecto. Por muy reina que seas, fashion, estirada, vigilante y todo lo que quieras, todas, incluida la reina, flaqueamos en el mismo aspecto. 



... Y es que nos creemos que nuestros hijos, por mucho que crezcan y cumplan años, son más débiles que nosotras. Por eso, nos empeñamos en llevarles las mochilas del colegio. Tengan la edad y la estatura que tengan.

Mira, por favor, la imagen de la familia real el primer día de colegio a su llegada al Rosales:

El Rey, magnífico con su corbata, su chaqueta y su barba perfectamente arreglada. 

Las niñas, impecables en uniforme, con sus faldas cortísimas, como marca la tendencia, y sus melenas sujetas en sendas colas de caballo bien tirantes para que no se despeinen.

Y ella, ¡¡por favor!!, mírala a ella: la madre ejemplar, la madre abnegada, la madre sacrificada, la madre que ayuda, la madre que sólo piensa en sus hijas, la madre protectora... la que está siempre ahí, pendiente, la que les lleva las mochilas de educación física, pese a quien pese, para que sus niñas no se cansen, no se vayan a dislocar la muñeca.

Pero eso es un mal endémico de las madres de hoy. 

Tenemos la malísima manía de acarrear con las mochilas de nuestros hijos, sin pensar que son jóvenes, están sanos y fuertes, que pueden, y deben, llevar sus mochilas y carteras del colegio. 

Si alguien tiene todas las papeletas para sufrir por llevar más peso del necesario, en todo caso, seremos nosotras. 

Aunque, la verdad, bien mirado, ya que vas y acompañas al colegio a tus hijas de Secundaria, de casi 14 y 11 años, pues ya que vas les echas una mano, que tampoco es plan de ir con las manos vacías. 

Eso sí, ya que se va, se va fashion total, con una sneakers negras con el logo bien visible, de Hugo Boss. Que se puede ser una madre abnegada, pero monísima también. Estaría bueno. 

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