Cayetano Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart ha aparecido muchas veces en público triste, haciendo pucheros e incluso llorando. Sobre todo cuando murió su madre, y ahora se abre en canal para contarlo todo en un libro.
A sus 56 años, el duque de Arjona, que asegura que fue el preferido de su madre, se confiesa con el mundo y desvela los grandes secretos de su vida y de su familia y publica, además, fotografías privadas. En su autobiografía, De Cayetana a Cayetano, cuenta lo mucho que ha sufrido desde que era un niño hasta hoy.
Cuenta que la muerte de su padre le hizo sufrir muchísimo, que no le dejaron despedirse de él. Que sus niñeras le pegaban. Que el segundo marido de su madre poco menos que le maltrataba, que la duquesa de Alba, pese a adorarle, no le dedicaba todo el tiempo que necesitaba. Que se crió solo en un palacio donde parecía que a nadie le importaba, lo que le llevó a vivir una adolescencia y juventud de excesos, de noche, de drogas, de relaciones dañinas... Que nunca se ha creído ser un niño bonito, que fue a la mili y allí se mezcló con gente de todo tipo...
También habla de su amistad con Pocholo Martínez de Irujo, con quien rompió Madrid; de su relación con Mar Flores, con la Infanta Elena y con otras mujeres, casadas incluso. Habla sin tapujos sobre sus hermanos y de lo mucho que él ayudó a su madre para que se casara con Alfonso Díez.
Dicen que hay para todos, que no se queda nada dentro, que se ha vaciado. Y, sobre todo, hay quien asegura que el libro traerá cola.
Acaba de publicarse, pero le han hecho tantas entrevistas, se ha hablado tanto de estas memorias, incluso se emitió en televisión una entrevista en la que el duque, mientras hablaba de su niñez, sus traumas y sus problemas, rompió a llorar con una pena contenida, que seguro que más de uno ya lo está devorando.
Es verdad eso de que los ricos también lloran y también que tienen más facilidades para superar sus traumas y debilidades. Al menos, si lo cuentan les escucha todo el mundo y desahogarse ayuda infinito.
Lo que sí que asegura Cayetano es que el deporte y los caballos le ayudaron muchísimo y que hoy, gracias a su relación actual, vive más tranquilo y feliz. Enhorabuena.
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