lunes, 23 de septiembre de 2019

Urdangarín, de nuevo


Parecía que iba a poder ver la luz dos días a la semana, que le iban a dar un respiro. Pero antes de que empiecen a criticarle y a hablar de sus privilegios, ¡zas!, se va a acabar.  





Decían que en sus salidas de la cárcel de Brieva para acudir al Hogar Don Orione, en Pozuelo, Madrid, podría recibir visitas  e incluso comer con su familia. 

Así que el ex duque iba a hacer un voluntariado para ayudar en actividades de movilidad y deportes a discapacitados intelectuales, y además gozar de algo de libertad. Incluso el director del hogar dijo que podría recibir visitas. 
Pues eso no va a pasar, porque la Fiscalía dice, a través de un recurso de apelación, que aún no ha agotado la cuarta parte de los cinco años y 10 meses de prisión a los que fue condenado. O sea que hasta el próximo 28 de noviembre, nada.

Así que lo veo de nuevo a la cárcel de Brieva, sin privilegios ni nada, igual que el que fuera su socio Diego Torres, y otros presos. 

Hay quien le califica de pobre, a quien le da lástima, quien cree que Urdangarín está pagando el pato por muchos, que es el chivo expiatorio, que es una prueba de que la justicia sí es igual para todos... Antes le criticaban por el caso Noos, por aprovecharse de su condición de duque de Palma, de yerno del rey, de caradura... pero ahora, que ya lo hemos visto entre rejas, provoca hasta lástima.  

He leído por ahí que la reina puso el grito en el cielo cuando saltó la noticia del voluntariado de Iñaki y que ha movido cielo y tierra para que la fiscalía ponga un poco de cordura en el asunto.

Vete tú a saber... 

Y dicen que Leti asegura que lo peor que podría ocurrirles a ella y al rey sería ver a su suegra, la reina emérita, visitando a Iñaki en el centro Hogar Don Orione... Cuentan que ella se teme que, en tal caso, la Corona nunca jamás levantaría la cabeza.

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