Todos los años por estas fechas los jóvenes de segundo de Bachillerato sufren lo indecible con su examen de acceso a la Universidad.
Cuando empiezan a subir los termómetros y los estudiantes ya piensan en las vacaciones de verano llega la Evau o Ebau.
Y todos los meses de junio vuelven los mismos comentarios; que en unas comunidades autónomas es mucho más fácil que en otras. Que muchos estudiantes no pueden acceder a la carrera que desean y sin embargo muchos de los que sí accedieron, en segundo se dan de baja y cambian de carrera, porque no pueden aguantar el ritmo. Que algunos exámenes son demasiado difíciles, como el de Matemáticas II para los alumnos de Ciencias de Madrid: muchos salieron llorando, frustrados y pidiendo las mismas pruebas para toda España, por eso de la igualdad de oportunidades.
Y más este curso, que ha sido especialmente duro para todos los alumnos, por la semipresencialidad y la dificultad que supone el aprendizaje on line, por el estrés de la pandemia, por la enfermedad...
Todos hemos pasado por ese examen, y todos hemos pasado semanas de nervios, de no levantar la cabeza de los libros, de agotamiento, de ansiedad y de estrés. Y todos los años la Evaluación para el Acceso a la Universidad vuelve a copar los titulares de los medios de comunicación, de las redes sociales y, sobre todo, la preocupación de hijos y padres... porque está en juego su futuro.
Una vez mas nos ponemos en vuestra piel. ¡Suerte, chicos! Podéis con eso y más.
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