Las bodas de la casa de Alba son como de cuento. Perfectas para verlas en las revistas y sobre todo si pronto, o tarde, se casa alguien cercano. Te pones al día para ir genial a cualquier celebración
La última fue la de Carlos Fuitz-James Stuart y Belén Corsini; el hijo menor del duque de Alba y la hija del empresario Juan Carlos Corsini, los duques de Osorno. Con este enlace comienzan otra vez las grandes bodas después de la pandemia. Eso sí, previos PCRs a todos los asistentes, tanto invitados como trabajadores. Dicen que era una boda íntima ¡¡¡asistieron algo más de 300 invitados!!!
Los novios son de la aristocracia, jóvenes, guapos y felices; la vida les sonríe, uno es hijo de un duque y nieto de una Grande de España y ella viene de una saga de empresarios; sin grandes problemas, con una vida que parece un camino de rosas.
Él parecía un príncipe con el uniforme de gala de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y ella, con un vestido ideal del taller de Navascués, de corte imperio, manga abullonada en georgette con escote en pico y una cola maravillosa de plumeti desmontable bordada con pequeñas florecitas que daban un toque de color. Llevaba pendientes de diamantes, anillo de compromiso con brillante y se peinó con una sencilla coleta sujeta con una joya de su madre a modo de casquete de plata y diamantes
La boda fue de ensueño. En el palacio de Liria. Para colmo de buena estrella, lució un día primaveral, que les permitió celebrar la ceremonia religiosa y el banquete al aire libre, donde todos los invitados pudieron maravillarse de los jardines estilo versallesco del palacio, adornado para la ocasión y con la bandera ducal ondeando.
Después de mirar y remirar a los novios llega el capítulo invitadas: Sofiía Palazuelo iba espectacular, súper elegante y favorecida, así como la madre del él, Matilde Solís, con mantilla y vestido rojo, e Inés Domecq, la diseñadora del momento gracias al mono de su firma que lució la reina en Fitur y del que todo el mundo habló. Eugenia Martínez de Irujo llevaba un vestido rosa que apenas le favorecía, o eran las fotos; Bárbara Mirjan la novia de Cayetano, acudió sin él (estaba hospitalizado). Las amigas de Belén iban todas ideales, y en cuestión de estilos había para todos los gustos entre tías, hermanas, primas... Los niños, para comérselos con los tonos de la novia y con zapatitos ideales.
Se llevan los vestidos midi, aunque alguna lo eligió largo, con colores vibrantes y estampados florales. Para la cabeza todo está permitido: desde la pamela más historiada a prescindir de tocado. Los peinados, sencillos: ondas rotas, melenas que parecen apenas trabajadas o recogidos semi deshechos, y se imponen las coletas por su sencillez, porque dejan ver los pendientes, quedan genial con tocado y es un recogido juvenil que resta años. Los grandes pendientes se llevan la palma en cuanto a joyas. Para los pies, las sandalias de pulsera y los zapatos de salón, y lo más complicado de todo: medias súper naturales, o una crema espectacular, que dé brillo y aporte color.
De ensueño.
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