martes, 6 de mayo de 2014

La Primera Comunión: mucha previsión



Está claro que el hecho de que tu hijo haga la Primera Comunión supone un compromiso, como madre o padre, de educarlo según la fe católica. Así que no voy a entrar en temas de fe. 
Paso al tema Organización, que tiene mil y un capítulos. 











La catequesis
Mi hijo tiene la suerte de hacer la Primera Comunión en su colegio. Allí te ofrecen la opción de participar como catequista, para vivir de cerca y aportar lo que puedas en el proceso de preparación. 
Ha sido un curso agotador: reuniones con otras madres y la profesora de religión y catequesis con los niños. 

Te encuentras con preguntas tipo: "¿Adán y Eva eran monos?", "¿cómo es posible que Jesús fuera judío si inventó la fe católica?", "¿Moisés era amigo de Jesús?", "¿por qué si te confiesas y has matado a muchas personas el cura no lo dice?". A ver cómo sales del paso. 

Además, conoces, observas y charlas con otras madres, lo que te da otra visión de los preparativos, de cómo educan a sus hijos y de todo... A veces te partes.

La celebración 
Vas a flipar: cuando conozcas la fecha exacta de la Primera Comunión, sobre noviembre, y vayas tú a reservar en el restaurante de moda y te digan que ya no quedan sitios libres. Luego vas a otro y te dicen que te pueden hacer un hueco si sois pocos. Y estamos a seis meses vista. ¡Seis! Flipa.

Así que ten varias alternativas en mente con opciones para la lluvia y el calor. Máster en previsión. Te lo digo. 

Da igual que lo celebres en la intimidad o en plan boda, al final tienes que buscar dónde y cómo. A no ser que lo hagas en casa y tengas el cáterin medio apalabrado. Pero eso: medio, porque la fecha la suelen decir en noviembre. 

Hay quien lo hace en el campo, con animales para los niños; en un campo de golf, para que den bolas, o en el zoo... el ingenio al poder. 

La ropa
Algunos niños aún van de marinerito o almirante. He visto los trajes en las tiendas. Pero lo más común es pantalón (corto o largo, gris o cámel), chaqueta  azul marino y algunos también corbata. 
Para las niñas se llevan los vestidos lánguidos, tipo camisón, con diademas de flores en la frente, en plan novia romántica o ibicenca. Algunas llevan detalles de color: fajín y zapatitos, por ejemplo. 
Pero aún existe la alternativa del vestido de toda la vida con su lazo detrás, cuello bebé, manga corta y a media pierna o largo, de color blanco roto y con tiras bordadas. 
Lo mejor: heredar de la abuela, la madre, la hermana o la prima. 




Si no lo heredas, después de Navidad te pones mano a la obra y otra vez alucinas: tienes que esperar, porque ya no quedan zapatos, cinturones, chaquetas y camisas de su talla. Hay que esperar, pedirlo y te llamarán cuando esté. Tranquila, siempre te llaman, o sea que tu hijo o hija irá hecho un pincel. 


Los detallitos
En marzo hay que ir pensando en los recordatorios, si los encargas o los dibuja el niño, y si quieres obsequios para los invitados: hay quien regala pulseritas, colgantes, muñequitos... Piensa si vas a querer libro de firmas o álbum de Primera Comunión y lo encargas todo a la vez, para no tener que volver, como le ha pasado a más de una.





Otro detalle: las tartas de chuches, que se han puesto de moda y hay que encargarlas. Hasta hay quienes montan toda una fiesta infantil con globos y demás. 
También puedes llevar un payaso, que está un poco pasado, un mago o un científico, lo último. O bien, que salgan al jardín, si lo hay. 






Son muchas cosas, pero se trata de disfrutar, también al organizar la Primera Comunión de tu hijo. El próximo día te cuento el capítulo Madre del niño, que no tiene desperdicio. 

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