lunes, 24 de noviembre de 2014

Las novelas de Marta Rivera de la Cruz


Es una de las colaboradoras de Un tiempo nuevo (sábados por la noche en Telecinco, con Sandra Barneda). Pero lo que me interesa de ella son sus libros: amenos, cercanos, llenos de sentimientos y de valores.




Descubrí a Marta Rivera de la Cruz gracias a mi suegra: me prestó La importancia de las cosas y me gustó mucho, así que leí alguno más. 
Con una literatura sencilla habla sobre cosas cotidianas; yo las definiría como novelas conservadoras. 



Te recomiendo Que veinte años no es nada, En tiempos de prodigios y La boda de KateAmor, pasión, amistad, respeto por los mayores y un cariño inmenso por los padres. Recuerdos llenos de lágrimas, pasión por los libros. Profesores, escritores, jóvenes, ancianos... Historias sin grandes complicaciones, cercanas y amenas. 
Cada novela guarda una pequeña sorpresa entre sus páginas. En Que veinte años no es nada, por ejemplo, disfrutarás de unos toques de literatura mágica hispanoamericana. 




Las más flojillas: El inventor de historias, me parece poco creíble y se me hizo larguísima. Y La vida después, la protagonista me resultó insoportable: demasiado estupenda, ideal de la muerte, inteligentísima, con un  marido despampanante, súper buena, amable, todos la quieren, no tiene ni un defecto... Poco creíble también.



Son independientes unas de otras, pero hay un nexo de unión en todas sus novelas: un pueblo interior del norte de España, Ribanova, que es un  homenaje a su tierra (ella es de Lugo); y un personaje de este pueblo, Juan Sebastián Arroyo, un anciano venerable, que apareció en una de las primeras novelas, Hotel Almirante. 

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