lunes, 23 de febrero de 2015

Yo también he dejado de fumar


Los seres humanos somos más que raros. Todos sabemos que fumar es malísimo, que comer mucho dulce engorda, que los snacks no son nada sanos, que la vida sedentaria no es lo mejor para el corazón, pero seguimos. Erre que erre. 






Pues hoy es el primer día del resto de mi vida: se acabó. Pispás. Ni un cigarro más. Fuera. Ya no fumo más. Fin.

Hace dos semanas decidí que hoy, 23 de febrero, dejaba de fumar. Desde entonces he ido haciéndolo progresivamente para que sea menos traumático. Y aquí estamos, ya hemos llegado. Es el momento de demostrarme que soy capaz y que un cigarrillo no va a poder más que yo. ¡¡Toma!! (Espero y confío en que sea así). Por fin ha llegado el momento de estar en el otro lado, en el de los que no fuman. ¡¡¡Por fin!!! 

No sé si a ti te pasa, o te ha pasado. Que oyes dos voces internas: la buena y la mala. 

La buena te anima, te dice que lo vas a lograr, que eres una machota, que es lo mejor que puedes hacer, que se te va a quedar la piel estupenda, que vas a oler genial, que vas a estar súper ágil, que además vas a ahorrar. O sea que guay. 

Pero la otra, la mala, es lo peor. Es una plasta. Te dice que vas a engordar, que fumar te encanta, que por qué lo dejas; lo mismo te un pilla un camión y tanto sacrificio para nada, que para una cosa que te gusta y lo dejas. 
Y es súper insistente: en lugar de callarse, sigue ahí recordándotelo constantemente y diciéndote lo mucho que te apetece fumar. Es una plasta total; te lo pone más difícil todavía.  

Dejar de fumar es algo que todos tenemos que hacer tarde o temprano porque:

  • es malísimo para la salud 
  • ¿qué necesidad tienen tus hijos de que les amargues con una enfermedad tuya larga y cruel?
  • huele fatal y tú también, pero tú, tu ropa, tu pelo, tus bufandas, tus abrigos... hasta tu ropa interior
  • te destroza la piel 
  • te hace perder tiempo y dinero 
  • tienes que abandonar las reuniones para fumar 
  • no se lleva nada, está pasadísimo. Ahora lo cool es la vida sana: correr, ir al gimnasio, nadar, hacer deporte, llevar sneakers, comer sano y cuidarse.
  • Porque tú eres lo primero. Tú y tu salud. 

Pero tienes que cambiar el chip, estar convencido, saber que te va a costar, que tienes que asumirlo y que lo vas a lograr. 
En casa, hoy hemos convertido este día en el día de los retos personales, y cada uno se ha planteado algo que puede y debe cumplir, algo que cueste un poco de esfuerzo. 
De eso se trata: de la superación personal; de ponerse objetivos, afrontarlos y superarlos. Si caes, no pasa nada: te levantas y lo vuelves a intentar. Total, la vida es larga y siempre hay más oportunidades. 

2 comentarios:

  1. ANIMO ROCÍO!!!!!! Tú puedes. A mí me pasa lo mismo con las chuches. Silvia.

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  2. Gracias, Silvia. Al final lo conseguiremos. Cuesta bastante, pero una vez que has cambiado el chip de tu cerebro es todo mucho más fácil. Mil besos y muchos ánimos para ti y tus chuches.

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