¿Has leído mucho?, ¿sí?, ¿qué títulos has devorado? Yo poco; será que le faltan horas a los días de vacaciones.
Aun así he descubierto a Mikel Santiago.
El caso es que en la página 45 tuve que abandonar Yo soy Pilgrim; la crítica, el marketing, los escaparates, las librerías... todo hacía presagiar que se convertiría en el libro del verano, pero a mí no me llegó. (Lo intentaré de nuevo, quizá no era el momento).
Y me gustó. Sí.
Suspense e intriga. Misterio y modernidad. Con una prosa ágil, lo justo de descripciones y de reflexiones personales, llena de elementos sugerentes: la Provenza. Una casa maravillosa. Un escritor famoso, que ha perdido la inspiración, con una esposa estupenda y una hija adolescente. Unos vecinos forrados y llenos de glamour. Un músico bohemio. Dos cadáveres. Y un hospital de lujo para que los más ricos se desintoxiquen.
Una trama que engancha y como resultado: un libro fácil de leer en verano, tanto si estás rodeada de niños, como en la playa o en la hora de la siesta.
Porque me gustó y porque me picó la curiosidad, me animé después con el primer thriller de Mikel Santiago, La última noche en Tremore Beach.
También se deja leer, y comparte elementos con El mal camino: un protagonista masculino (en este caso músico, que también ha perdido de vista a sus musas), una casa espectacular, y unos vecinos fundamentales para la trama. Misterio, suspense, quizá hasta fantasmas, y unas pesadillas casi reales... Todo muy actual, con un lenguaje muy correcto y unos personajes creíbles: no sólo bien diseñados, además bien creados.
Así que ya tienes lectura para este finde.
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