Un país de gorditos

Qué fuerte, pero qué despropósito, qué desperdicio. 
En España no sabemos aprovechar la riqueza de nuestra tierra, no tenemos ni siquiera tiempo para recuperar nuestra tradición culinaria. 
Y así nos va: ¡¡¡¡estamos más gorditos de lo que deberíamos!!!! Somos los novenos más gordos de toda Europa.  






Que Estados Unidos sea el país del mundo donde más obesos hay no sorprende a nadie: se consume comida basura como agua, y apenas existe una tradición de ollas y sartenes como la nuestra. ¿Has visto Crónicas carnívoras? Es un programa de televisión, de Energy, en el que un norteamericano devora unos bocadillos que con sólo verlos se te revuelve hasta el alma. 

Después de EE UU, Europa ocupa el segundo lugar del mundo con más obesos. Y de los países del Viejo Continente, España (sí, ¡¡¡nosotros!!!, los guapísimos españoles, que nos hemos criado con aceite de oliva y jamón de bellota, con un buen plato de legumbres, lenguados frescos y ensalada de la huerta) se encuentra en el noveno puesto. Según el último informe de la Organización Mundial de la Salud, el 60% de los españoles tenemos sobrepeso y el 25, obesidad.
Lo más deprimente: ¡¡¡que nuestros jóvenes son los sextos más gordos de Europa!!! La OMS asegura que de cada 100 niños menores de 11 años, 23 tienen sobrepeso y de 100 adolescentes de 15 años, 16 son obesos. 

¡¡¡Qué calamidad!!! ¡¡¡Si nos viera Grande Covián, el gran defensor de la dieta mediterránea!!!, y  ¿qué dirían nuestras abuelas, que lo mismo te hacían unas legumbres, que un pisto, unas patatas guisadas con carne, que un bizcocho o unas rosquillas?
Para eso hay que tener tiempo y ganas; que te guste eso de rodearte de pucheros. Aunque con estos alimentos, con un vuelta y vuelta es más que suficiente.  


Ni sabemos aprovechar la materia prima, ni nos movemos lo suficiente, o sea que comemos mal y más de lo que gastamos.

Pues habrá que cambiar hábitos de pequeños y de mayores: ir andando al cole (si se puede) y jugar con la consola, sí, pero a juegos que requieran actividad física, tendrán que apuntarse a más deporte extraescolar, habrá que salir más al parque, pasear más en familia y sentarse muchísimo menos. 

Habrá que darles un completísimo desayuno, quitarles la bollería industrial y darles más bocatas y más frutas para merendar (con la idea de que no lleguen a la cena muertos de hambre). 
Habrá que darles más legumbres y más purés de verduras, más plancha y menos fritos. Prescindir de los snacks y comprar más aceitunas, jamón serrano y salchichón. Y entre horas: fruta, zumos, mucha agua y ni una golosina.
Ya verás cómo ganamos en salud y perdemos en kilos. Nosotros y nuestros hijos.