viernes, 16 de octubre de 2015

Novela negra hasta en el 'Planeta'


Alicia Giménez Bartlett se ha llevado el premio con Hombres desnudos, mientras que Daniel Sánchez Arévalo ha sido el finalista con La isla de Alice. Novela negra y thriller. Cadáveres, tensión, suspense... y mucha Alicia. Habrá que leerlos para opinar.  




La novela ganadora responde al género más negro, quienes la han leído dicen que además tiene una serie de elementos que hace que enganche. 
A la finalista la califican de thriller. O sea, que todo va en la misma línea. 
Y es que ya se sabe, triunfan las novelas negras, con mucho suspense, crímenes a montones, cadáveres de lo más siniestros, y casos por cerrar. Policías, que a pesar de trabajar las 24 horas del día, tienen una vida privada; jueces, forenses, psiquiatras, médicos, testigos, sospechosos, criminales... Un mundo apasionante que, por lo visto, da mucho juego a escritores y novelistas. 


Los planetas de los últimos años no los he leído: aún recuerdo algunos infumables, como Pequeñas infamias, de Carmen Posadas; Pura vida de José María Mendiluce, y Un milagro en equilibrio, de Lucía Etxebarría.






Otros, sin embargo, sí son maravillosos (el inigualable Manuscrito carmesí, de Antonio Gala; o Riña de gatos, de Eduardo Mendoza; La marca del meridiano, de Lorenzo Silva, y En tiempos de prodigios, de Marta Rivera de la Cruz)




Y hablando de novela negra: ¿has leído La golondrina negra? Yo no he logrado. No he podido con ella. 
Obra de la denesa Sissel-Jo Gazan, es la segunda novela protagonizada por el detective Søren Marhauge, y se ha llevado el Readers' Book Award, concedido por el periódico danés Berlingske y la Asociación de la Biblioteca Nacional Danesa. Pero, vamos, a mí no me ha llegado en absoluto. 
Dicen que es diferente: una crónica familiar y psicológica enmarcada en un thriller centífico. Será, pero para mí está mal hilada y peor contada: mucho pasado, muchísima vuelta atrás. Y eso no es un recurso que Sissel-Jo domine: ralentiza la novela, la hace pesada y aburrida, lenta; da la sensación de que no avanza, de que no hay ni pizca de dinamismo ni de acción.
Además, la relación de pareja entre el poli y su novia bióloga tampoco parece  normal: no encuentras más que tópicos y malentendidos. 
Vamos, que de momento no voy a volver a intentarlo con esta autora danesa. 

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