lunes, 7 de noviembre de 2016

¡¡¡SOS!!! Niños en coma etílico

Pocas cosas pueden ser más duras que perder a una hija de 12 años por un coma etílico. Difícil, y mucho, imaginar lo que deben estar sufriendo esos padres, esa hermana, esos profesores, esos amigos y compañeros. E incluso aquellos que venden alcohol a los menores cada fin de semana. 


Algo está pasando en este mundo en el que vivimos. Un mundo en el que los pediatras hablan de comas etílicos, donde los niños compran alcohol sin problemas y pasan más de cuatro horas bebiendo. 
Una sociedad donde padres, policías  y profesores saben que los menores beben hasta llegar a perder la  consciencia. Donde los pediatras aseguran que han visto a niños de 11 años borrachos. Donde la policía visita los colegios, no ya para prevenir, si no para explicar qué deben hacer si un amigo se emborracha. 
¿Estamos locos?
¿Qué ha pasado con la infancia, con la preadolescencia? Abandonan la niñez con una botella de ron y otra de vodka. No tienen ganas de comerse el mundo, de hacer deporte, de charlar con los amigos, ni siquiera de disfrutar de uno mismo, porque beben hasta perder la noción de ellos mismos.
Lo más contradictorio es que se trata de niños que viven en la era de la información: todos están perfectamente equipados con un móvil de última generación, y con sólo mover un dedo pueden informarse de cada uno de los peligros del alcohol y de las drogas, de lo que puede acarrear beber mucho y perder la consciencia... Pero lo hacen. ¿Dónde está el fallo? ¿En qué nos estamos equivocando?

Dicen que Laura llevaba más de cuatro horas bebiendo y que no era la primera vez que la policía la llevaba a casa semiinconsciente. Sus padres, inmigrantes polacos, llegaron a San Martín de la Vega hace 18 años y dicen que desde entonces se han matado a trabajar para sus hijas, la malograda Laura y su hermana de 15 años. ¿Qué será de ellos ahora?

Con 12 años aún es un niño. Acaba de empezar secundaria, aterriza en la preadolescencia, una etapa llena de descubrimientos y novedades, de altibajos y emociones. 
Es ahora cuando el papel de los padres, la familia y los profes es fundamental. Pero a los que de verdad escuchan es a los amigos. Entonces ¿cómo van a  manejar todo lo que les va a llegar?, ¿cómo hacerles entender que ante la duda lo mejor es consultar a los padres? 
Nos enfrentamos al más duro y a la vez más importante trabajo de la vida. 



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