miércoles, 18 de octubre de 2017

La hija de Fran y Eugenia ya tiene ojos

La inmensa mayoría de los chicos, cuando cumple la mayoría de edad, se apunta a la autoescuela y pide a sus progenitores que le paguen la matrícula. Sin embargo, hay una que lo primero que hace es aparecer en la prensa rosa con la cara descubierta... ¡¡¡y con su padre!!! ¡¡Que autoescuela, ni autoescuela!! 



Dicen que el mismísimo Fran Rivera ha repartido las fotos de su hija sin pixelar. Y también cuentan que ya está pactada, pagada y preparada la exclusiva de Tana en ¡HOLA!. 

El día en el que la hija de Fran Rivera y Eugenia Martínez de Irujo cumplió 18 años, el 16 de octubre, ya estaba en la calle la revista con un reportaje de la niña hoy, así como un despliegue de fotos desde que nació, y todas sin pixelar. 
¡¡Pobrecita!!, ¿y dicen que quieren que lleve una vida normal? Sí, para enfadarse si la fotografían por la calle con sus amigos.

Si el padre se pasa la vida en ¡HOLA!, más que la Preysler, contando detalles de su vida: su enamoramiento, boda civil y luego religiosa, embarazo, bautizo; corrida de toros, cogida, retirada; quedada con los hermanos, acto social en Sevilla, boda y pedida del hermano, boda de la cuñada, cumpleaños de la hija, de la otra hija, de la mujer, exclusiva de la mujer porque está muy guapa, y de la cuñada embarazada... 
Si ya llevas dos semanas consecutivas en la portada, ¿qué necesidad tenías de sacar a tu hija por su mayoría de edad? ¿No podías haber esperado a que surgiera, en vez de ir dando fotos de Tanuca? 

El reportaje da pelín de vergüenza: padre e hija diciéndose cositas y abrazándose, sonriéndose, mirándose a los ojos. ¡¡Buff!! y él venga a decir que es igual que su abuela Carmina, que le encanta verla feliz... Eso, en casa, en petit comité. 
Cuentan que ella lo que quería de verdad por sus 18 era una puesta de largo y un fiestón, pero de momento no ha podido ser. ¿Quizá después de la exclusiva?
Eso sí, la niña es mona y aparece en la revista con un jersey marinero y un pantalonicto de lo más normal y discreto. Pero mira, mira, qué cinturón lleva él... ¿De dónde lo habrá sacado? Cosa más fea...

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