Las mujeres reales existen. Y de vez en cuando vemos alguna en las revistas del corazón. La última, Eva Longoria, embarazadísima, y con una tripa impresionante. Pero ella no se corta un pelo y lo luce encantada. Como tiene que ser.
Demuestra que es una mujer normal, con la genética de las mujeres normales: ha engordado, y bastante, durante su embarazo; su cuerpo ha cambiado, y mucho. Lejos de ocultarse se muestra pletórica, con vestidos súper pegados y cortos. Orgullosa y plena. Eso sí, con taconazos, que estilizan mucho.
Y es que ya está bien de Carlota Casiraghi espectacular en su segundo embarazo; de mujeres como Eugenia Silva, Irina Shayk, y demás bellezas indiscutibles, que pasan por un embarazo y parto como si nada, como si su cuerpo no se enterara. Lo que a más de una le hará pensar que la rara es ella: con su embarazo no sólo ha engordado, es que le ha cambiado el cuerpo; le ha crecido la tripa, por supuesto, pero han engordado sus brazos, piernas, muslos, glúteos y hasta la espalda, y claro ha perdido la cintura, el pecho se desborda, los tobillos se hinchan, la cara se transforma... ¿Por qué las famosas tienen una genética distinta al resto de las mortales?Además, muchas mujeres que engordan durante la gestación, salen del paritorio hechas unas sílfides, como Eva González, Pilar Rubio o la mismísima Kate Middleton.
Tú consuélate con Eva Longoria, que saldrá del paritorio más o menos igual que entre. Ni ella, ni tú, ni tu hermana ni tu vecina sois diferentes. Las raras son las otras.
Eso sí, hoy los médicos te piden que te cuides y hacen hincapié en que es más saludable no engordar más de 10 kilos, pero claro cada una hace lo que puede, como Eva Longoria, que no ha debido privarse de nada durante estos meses.
Y recuerda que lo más importante es la actitud, mira qué positiva y alegre se muestra la actriz mejicana. Es que así, con tanta felicidad, ¿qué más dan 10 que 20? Si al final los va a tener que perder todos, uno detrás de otro. O no.
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