El amor en los tiempos del cólera y Cien años de soledad son grandes historias de sentimientos, ocurridas en la más profunda Latinoamérica, con una prosa perfecta y descripciones tan reales y llenas de vida, que merece la pena leerlas en cualquier momento y releerlas al menos una vez, para disfrutar de su realismo mágico.
Otros grandes libros que he leído de él: El coronel no tiene quien le escriba, Crónica de una muerte anunciada, Memoria de mis putas tristes y Del amor y otros demonios.
Galardonado con el Premio Nobel de literatura merece quitase el sombrero ante él.
Mario Vargas Llosa es otro autor latino de pluma deslumbrante. Sin embargo, El sueño del celta, por el que le dieron el Nobel, no me gustó del todo. Sobre todo, a partir de la segunda parte, que se hace bastante largo. La fiesta del chivo, Travesuras de una niña mala, El paraíso en la otra esquina, con sus dosis de corrupción, sexo, maldad y también amor, son maravillosas. De El héroe discreto, su última novela, aún no puedo opinar.
De Guillermo Cabrera Infante leí Tres tristes tigres, y la experiencia no fue recomendable. Así que no he vuelto a coger otra obra suya.
De Isabel Allende quizá he leido lo menos representativo de ella, en lugar de La casa de los espíritus como todo el mundo decía; he elegido mal: Paula y La hija de la fortuna. Así que de momento El sueño de Ripper tendrá que esperar.
De Laura Esquviel es delicioso Como agua para chocolate; infumable La ley del amor.
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