sábado, 5 de abril de 2014

Isabel Preysler: de mujer a niña

Es que no puedo. La miro, y no doy crédito. Ni una arruga, y esa cintura de avispa, esas caderas estrechas, ese cuello de treinteañera... 







He visto el reportaje extensísimo de Isabel Preysler —la ex de Julito y del marqués de Griñón, y actual señora de Boyer. Así se hace, eres un monstruo. ¿Qué es eso del matrimonio para toda la vida? Cada uno colecciona lo que más le gusta, y puede. A ver—. Eso, que la he visto y cada día está más estupenda. Y dice que tiene 63 castañas. 

A mí me da que por muchas veces que se haya casado, le sigue molando Julio Iglesias, y todo esto lo hace por fastidiarle. ¿Os acordáis de aquella tierna y melodiosa De niña a mujer, que el cantante más internacional de España le dedicó a su primogénita? Yo creo que la Preysler quiere que Julio le dedique un tema en plan De mujer a niña. Se lo está pidiendo a gritos, y él ni se cosca. Es que los hombres no se enteran. De verdad.

Ella no repara en sacrificios: dicen que lleva una dieta súper estricta y que se toma comprimidos para la piel, para el cabello... para cada una de las funciones del organismo. Que la carne roja, ni la huele, y que es una adicta de la fruta, las verduras y el pan integral. Hasta he oído que a veces se toma un potito de frutas. Sí, de esos que les dábamos a nuestros niños a la hora de la merienda con esa cuchara súper rara, como ladeada, y te pringaban hasta el alma. 

Lo que me preocupa es que como esto siga así, a la boda de su Anita con Verdasco va a ir vestida de Neck & Neck. Y entonces, se acabó: Adiós glamour, adiós.

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