¡HOLA! Primera parada: Kate Middleton. Diez horas después de dar a luz a su bebé bombón (con esos mofletitos, para comérsela) aparece ante los medios para presentar a su hija. Como siempre, encantadora.
Feliz, sonriente y encantada. Sin mostrar la más mínima molestia ni fastidio. ¡¡Bravo!!
Recién salida del hospital y antes de entrar en el palacio, saluda, deja que la fotografíen, sonríe y enseña a su hijita.
Esta es una de las obligaciones que van en el pack duquesa de Cambridge y como a cambio tiene muchas contrapartidas, no pone ni una pega y se muestra feliz.
Iba ideal, con su pelazo, su sonrisa, un vestido estampado amarillo y blanco y uno pendientes de perlas muy favorecedores. Como siempre sin un pero. Y, ¡¡por favor!! ¿has visto al hermanito de la recién nacida Charlotte Elizabeth Diana? está súper mayor y es monísimo.
Entre reinas
Oye, que yo no quiero ser mala ni mal pensada. Pero a ti estas fotos ¿te parecen naturales?, ¿no te resultan un pelín forzadas? Que no sé, que a lo mejor es que la naturalidad es así.
Dicen que la Reina Letizia recibió a la Reina Sofía y estuvo muy cariñosa cogiéndola de la mano y abrazándola... pues a mí no me convence, me parece que es más postureo que otra cosa.
Urdangarín: un poquito de catequesis
De la Primera Comunión de la hija de los Urdangarín, Iñaki y Cristina, sólo un apunte: qué ideal el vestido que llevaba doña Sofía en la primera comunión de Cristina. (¡HOLA! ilustra el reportaje con esta foto de archivo).
Oye, Urdangarín: ser católico no se trata sólo de que tu hija haga la Primera Comunión. Es mucho más. Es devolver lo que no es tuyo, lo que te has llevado engañando o faltando a la verdad. Es no defraudar a Hacienda y no falsear, ni desviar dinero público para tu uso y disfrute. No, tampoco es malversar, ni estafar, ni defraudar...
Córdoba y Eva Longoria
Se ha ido a Córdoba de boda, y como no puede andar por sus calles adoquinadas ¡¡¡¡se quita los tacones!!! Síiiii, eso ha hecho Eva Longoria.
¡¡¡Desde luego...!!!
Pues estamos más que hartas de ir a bodas, bautizos y primeras comuniones en Córdoba, de ir al sagrario de la Catedral, a la iglesia de Capuchinos o de los Dolores subidas en los tacones. Sí.
Y voy más allá: somos capaces de ir al banquete, cruzar el puente romano y callejear por su suelo adoquinado a bordo de los mismos tacones. Te duele, pero lo haces. Y eso que no eres famosa.
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