miércoles, 17 de junio de 2015

La justicia desigual para todos

O eres de Podemos, o eres famosa y estás en la cárcel o eres una exmodelo que se fotografía sin ropa. Si no eres nada de esto estás mal, pero que muy mal.


O de lo contrario que me explique alguien cómo podrías sobrevivir en este mundo condenademente loco.


En política 

Si no te confiesas de Podemos o de alguna plataforma afín, y te carcajeas de los judíos que sufrieron el Holocausto te llamarían fascista y pronazi. Sin embargo, a Guillermo Zapata le califican de antisemita. 
Si quisieras entrar en la vida política con un pasado de chistes sobre las niñas de Alcasser e Irene Villa te llamarían proetarra y dirían que haces apología del terrorismo. A Zapata le dejan elegir qué hacer con su futuro político. 
Si dijeras que hay que empalar a tu rival político pondrían con razón el grito en el cielo porque incitas al odio, y si abuchearas a otro rival político te llamarían cuando menos intolerante. Pero sólo a ti, por no ser de Podemos. 

En la cárcel 

Si estuvieras en prisión, y no fueras Isabel Pantoja, no podrías desayunar con la directora y el subdirector del centro de Alcalá de Guadaira, en el economato, un lugar vedado para las presas. 

Ni te recibiría el subdirector a la vuelta de tu permiso con dos besos, y ni mucho menos te llevaría las bolsas a tu celda. 
No, para eso deberías ser Isabel Pantoja, haber blanqueado dinero y estar en la cárcel condenada después de un juicio. 
Es que la Pantoja es destinataria de mil y un tratos de favor en la cárcel. Incluso los funcionarios piden que la trasladen porque se temen una rebelión, un motín de grandes dimensiones, según el diario El Mundo. 
La Pantoja se queja a la dirección de otras reclusas e incluso de los funcionarios. Por su causa muchas reclusas se quedan sin permiso. 

Ella tiene una celda individual, el resto son dobles. 
Volvió con tres bolsas de su permiso, cuando lo permitido es el mismo número de bultos con los que salió. 
La cachean en su celda, no en la entrada. 
Entra por Comunicaciones, de forma irregular, y no por Ingresos, como el resto. 


En un cuento de hadas

Y si no eres una plebeya que durante su soltería se hizo fotos sin nada de ropa sólo con una serpiente y participó en un reality show, no te dejarían entrar en la familia real sueca para casarte con todos los honores de una princesa de cuento. Nooo, para eso tendrías que ser Sofia Hellqvist.

O sea que lo llevamos claro. 

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