lunes, 1 de junio de 2015

¿El fútbol sigue siendo un deporte?

¿Por qué mezclar el deporte con la política?, ¿por qué aprovechar un partido de fútbol para hacer gala de una falta de respeto brutal a las instituciones españolas?, ¿por qué vas a la final de la Copa del Rey si no te interesa el país al que representa ese rey?






Simplemente para demostrar la mala educación.
Muy fuerte lo del sábado pasado. Una muestra más de la incultura, la falta de respeto y la mala educación. 

El Barcelona y el Athletic de Bilbao llegaron a la final de la Copa del Rey de fútbol. El partido tuvo lugar en el estadio del Barcelona, en el Campo nuevo. Hasta allí se desplazó Felipe VI. Antes de comenzar el partido, durante el minuto en que se oyó el himno nacional, los aficionados de ambos equipos pitaron al himno. 

Y en plena pitada, Arturo Mas, junto al Rey, sonreía feliz. El no va a más. Vamos, que es para que Felipe VI coja la puerta y se pire. 
Pero no lo hace, ¿sabes por qué? Porque tiene educación. Si se hubiera ido tendríamos que escuchar a esos mismos que pitan, ¡¡lo que habrían dicho!!

Increíble. Si pitas lo que representa España, ¿para qué vas al partido? Si se está jugando la Copa del Rey de España y no te gusta, no vayas: ese sería el mayor desaire, en lugar de pitar y dar la razón a los que decimos que muchos independentistas son unos irrespetuosos. 

Si no te gusta el himno de tu país, ni el rey, no aplaudas cuando tu equipo gane la copa, ni tampoco le animes.

Si no te gusta lo que se está jugando ¿para qué quieres que ganen? 
Si eres un intolerante, y un maleducado, ¿para qué vas a algo que no es afín a tus ideas? Si no sabes estar en tu sitio, ¿para qué vas donde nadie te busca? Mira qué lección te dio el sábado Felipe VI.

Estos y otros episodios que tienen lugar entre los aficionados al fútbol te da qué pensar: ¿qué valores inculca el fútbol?, ¿a través del fútbol, se pueden inculcar los clásicos valores del deporte?, ¿esos que quieres que tu hijo aprenda gracias al deporte que practica en equipo? 

Un deporte que mueve millones de euros, un deporte cuya afición llega incluso al asesinato. Un deporte donde se insulta y se pita a las instituciones, en lugar de defender valores como:
El trabajo en equipo
Participar es lo importante
La cultura del sacrificio y el esfuerzo 
El juego limpio
Luchar por una meta y hacerlo honestamente
El honor de felicitar a tu adversario
Alegrarte con los logros de los otros

¡¡Buff!!, qué lejos se ha quedado el fútbol de esto. 

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