miércoles, 3 de octubre de 2018

Ana Obregón, madre coraje contra el cáncer

Lo peor para una madre es el sufrimiento de su hijo. Y si algo une a todas las mujeres, y hombres, del mundo es la simpatía y solidaridad hacia quienes padecen por sus hijos, como Ana Obregón. 



Aparece en ¡HOLA!; una exclusiva en la que cuenta absolutamente todo sobre la enfermedad de su hijo, Alex Lequio, que a sus 26 años le fue diagnosticado un tumor maligno. 

No debe haber cosa más terrible para una madre que esa noticia y esa vivencia. Por eso: ¡¡Ana Obregón, estamos contigo!!

Anita cuenta que hay pocos casos en el mundo del tipo de cáncer de su hijo, pero se enteró de que en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York existía un tratamiento para él. Así que en 48 horas organizó todo: billetes, pruebas médicas, citas en el hospital, hoteles y demás para salir zumbando. Ya están de vuelta, seis meses después, porque el resto del tratamiento lo pueden continuar en España. 


Ha sido una experiencia durísima, pero dice que no se ha desmoronado ni una vez, por el bien de Álex. Él, desde luego, ˝me ha dado una lección de vida y me ha enseñado que es un honor ser su madre. Porque con 26 años y toda la vida por delante no se ha quejado ni un momento, después de los tratamientos de tres días y casi diez horas diarias que le dejaban sin moverse˝. Se te ponen los pelos de punta. 

Asegura que ha dejado de ser Ana la artista o cualquier otra faceta de sí misma, para convertirse sólo en Ana la madre. Se fue a Nueva York con sólo dos vestidos y un vaquero, y así pasó estos meses... hasta su hijo le dijo algún día que se cambiara de ropa. 
De hecho, confiesa que se fue sin cremas, afeites ni maquillajes, y que esta temporada ˝he sido yo misma en carne viva, una madre luchando por su hijo (...). Todo esto te cambia la percepción de la vida˝.
Pues en la fotos se la ve maravillosa a sus 63 años: impecable, con la piel estupenda y tersa y sus pómulos perfectos; su melena cuidadísima y sus modelinchis totalmente fieles a su estilo, minis vaqueras, pitillos, tacones, escotes... Ella misma.

Durante su estancia en Nueva York se acordó muchísimo de aquellas madres que están en esta situación pero sin recursos para costear estos tratamientos. Por eso, se ha implicado en fundaciones que ayudan a los enfermos de cáncer. Sin ir más lejos, ya está organizando con Caico (contra el cáncer infantil) un evento con celebridades cuyos beneficios irán destinados a esta fundación.
Como ella dice: ˝Esto es un camino de piedras, pero sigues caminando porque sabes que al final está la luz˝. 
Gracias, Anita. 

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