‘Esta casa‘

El segundo libro de Anxo Carracedo pone en tela de juicio qué es la poesía. 

¿Necesita de la rima para expresar musicalidad?, ¿precisa de un orden en la métrica de sus versos para llenar de sentimientos páginas que podrían haber quedado en blanco? La poesía de Anxo es libre, y sí, quizá, hasta un poco indie. Pero, sobre todo, es cómo crear imágenes y emociones a través de la palabra. 

Como todas las cosas buenas de la vida, la lírica hay que dosificarla, disfrutarla poco a poco. Volver a ella de vez en cuando. 
Y nunca, jamás, darse un atracón. 

No se te ocurra bebértela del tirón. 
Debes saborearla, sacarle su jugo, pensarla, paladearla bien para diferenciar sus notas, sus sabores, su gusto, su regusto y su recuerdo. 

Mejor, leerla a menudo para aprender a buscar sus figuras, sus trucos, sus metáforas y sus juegos. Para desvelar lo que el autor dice, lo que calla, y por qué. 

Y volver a ella más tarde, para encontrar nuevas rimas, otros sentimientos y nuevos significados. 

Recuerda que cada vez que lees un poema vives experiencias nuevas; no sólo depende de lo que el poeta escribe, también de lo que él desea que su lector sienta, piense y viva al leerle. 

Es un arte, y como tal, tienes libertad total de interpretación. 

En una casa, ¿qué hay? 

Hay vivencias. Hay familias, hay una madre y un padre. Hay recuerdos y nostalgias, hay silencios, abandonos, hay prisas, quejas, críticas, hay cestas de mimbre... En Esta casa de Anxo Carracedo hay todo eso y mucha poesía. 

Para una primera lectura recomiendo: 

Ligera como el agua, en la 34. A mi madre, precioso homenaje en la 36; A Paula, en la 47; Con pies y manos, en la 53; Tu dolor, una biografía completa, en la 71. También la poesía de la 61, la 62...

Y si vuelves sobre ellas, encuentras otras, y otras, y otras nuevas que no habías leído aún... una locura

Llama la atención las poesías elegidas para abrir y cerrar el libro:

La primera es un manifiesto de lo que el autor busca con su poesía, una crítica a la sociedad y al paso de los años, un collage de recuerdos y vivencias que le marcaron. 

Y, para terminar, algo tan personal y emotivo como el homenaje a un padre que ya no está.

Enhorabuena, Anxo.